La respuesta es sí, todos somos creativos. ¿Pero cómo perdemos o dejamos de lado el proceso creativo? Cuando somos niños, nuestro proceso creativo está en constante crecimiento, cada día descubrimos un mundo nuevo a nuestra disposición, del cual vamos creando múltiples enlaces que nos ayudan a comprender nuestro entorno.

Entre los 2 y 10 años nuestra curiosidad está en el punto más alto, queremos jugar, dibujar y aprender. Pero conforme crecemos, nuestra curiosidad se va enfocando en otras áreas como nuestros estudios en la primaria, secundaria, universitarios y luego la vida laboral en la que, dependiendo de nuestra elección de carrera, dejamos de recibir los estímulos que necesitamos para desarrollar el pensamiento creativo.

Esto, poco a poco empieza a hacer que nuestro cerebro procese la información de manera lenta, se vuelve perezoso y nos percatamos que no resolvemos los problemas tan rápido como quisiéramos. Es en ese momento cuando empezamos a pensar en algunos compañeros o amigos y nos preguntamos, ¿por qué son tan creativos?, ¿cómo les llegan las ideas tan rápido?

Pero no te sientas mal, Edward de Bono en sus libros sobre creatividad, explica que demasiadas personas piensan que la creatividad es un talento con el que se nace, pero es todo lo contrario, la creatividad es algo que se puede aprender, desarrollar y aplicar. Hasta las personas más creativas tienen bloqueos mentales y dejan de crear, algunos por mucho tiempo, mientras vuelven a descubrir su camino creativo.

“Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido”

En el mundo empresarial, la creatividad se ha transformado en algo esencial, sin la creatividad solo hay rutina. Pero el pensamiento creativo ayuda a cambiar, mejorar y abrir nuevas posibilidades. Y estoy seguro que te has preguntado, ¿pero y si mi trabajo es solo de oficina?, soy docente, abogado, entre muchas otras profesiones y te preguntas ¿necesito ser creativo?

La respuesta de nuevo es sí, es una necesidad ser creativos en este mundo en constante cambio, la pandemia vino a darnos una sacudida y enseñarnos que no podemos hacer lo mismo que veníamos haciendo, nos damos cuenta que debemos aprender estas habilidades blandas que nos pueden aportar:

1. Mejora el aprendizaje de tus estudiantes y el propio aprendizaje. Con diversas prácticas de creatividad podemos ejercitar nuestro cerebro para resolver problemas complejos, dar ideas para buscar la innovación y ayudar a otros en su proceso creativo.

2. Mejora tu forma de expresarte, la creatividad no es solo hacer cosas bonitas, es poder transmitir a nuestros colaboradores, colegas, estudiantes o inversionistas nuestra visión de forma diferente, divertida y participativa.

3. Mejora tu propio proceso creativo, entrenar el cerebro debería ser una constante, es como cuando entrenamos el cuerpo, sabemos que debemos seguir una adecuada alimentación y una rutina para ver resultados. Si sientes que llevas tiempo estancado y no formulas ideas nuevas o innovadoras, ¡Hay que iniciar el entrenamiento!

“La creatividad es inteligencia divirtiéndose”
Albert Einstein

Te vamos a dar algunas recomendaciones para que inicies tu entrenamiento:

1. Inicia una rutina de lectura, lee sobre temas de tu interés y temas que no leas frecuentemente para salir de tu zona de confort, el cerebro se ejercita cuando lo retamos a probar cosas nuevas. Al menos de 15 a 30 minutos de lectura al día.

2. Si estas o no en una carrera creativa, busca alguna rama del arte para ejercitar tu lado derecho del cerebro, puede ser dibujo, pintura, música o hasta cocina. Tenemos muy desarrollada nuestra parte lógica, matemática, verbal y escrita, pero nuestro lado derecho es el que nos ayuda a innovar y resolver problemas saliendo de la caja. Además, recordemos que somos de un 70% a 85% visuales, aprender por dibujos está en nuestro ADN.

3. Ejercita tu cerebro con juegos mentales, prueba juegos de memoria, dibujo, etc. Metodologías con el Visual Thinking ayudan a descubrir y volver a retomar tu proceso creativo. Sal de tu zona de confort, prueba cosas nuevas para que el cerebro construya experiencias que puedan ser traducidas en innovación para que te ayude a resolver tus necesidades y a crear ideas para mejorar la vida de los demás.